enesfr
Home / Patologías / Causas del pie cavo, biomecánica y tratamiento

Causas del pie cavo, biomecánica y tratamiento

El pie cavo es una patología que se caracteriza, en esencia, por un aumento de la curvatura del arco longitudinal medial. Este aumento puede ser flexible o rígido, lo que significa que la forma del pie puede cambiar o permanecer igual cuando se somete a carga. El pie cavo puede ser unilateral o bilateral, y afecta a todas las edades y géneros.

La prevalencia del pie cavo no está clara por la disparidad de datos que existen en los estudios publicados durante los últimos 50 años. Sin embargo, en la población general se estima en un 10%, según datos de la Cochrane Database of Systematic Reviews.

El pie cavo arquetípico es el pie cavo varo, sin embargo, podemos encontrar el pie cavo neutro, que se caracteriza por una elevación del arco plantar sin desviación en la línea de Helbing. También existe el pie cavo valgo o flexible, en el que el arco plantar disminuye al estar en carga recuperando su estructura normal en reposo, lo que indica que la estructura del pie es capaz de adaptarse a diferentes situaciones.

Anatomía del pie cavo

En el pie cavo, la curvatura del arco plantar está incrementada y a menudo hay una prominencia en la parte superior del pie correspondiente habitualmente con los cuneiformes medial e intermedia.

En términos anatómicos, el pie cavo se caracteriza por una disminución del contacto plantar en la parte media del pie. Esto se debe a la elevación del arco longitudinal medial, que es el resultado de la contracción excesiva de la musculatura plantar y la tracción del tendón calcáneo. Además, el pie cavo puede estar acompañado por una elevación del arco longitudinal lateral y una rotación del antepié hacia el exterior.

Los huesos más afectados en el pie cavo son el calcáneo, los huesos del tarso y los metatarsianos. El talón habitualmente se desvía en varo, mientras que los metatarsianos tienden a la verticalización y aducción en casos severos. Los huesos del mediopié, especialmente el navicular y el cuneiforme medial, se elevan y pueden ser dorsalmente más prominentes. Esto puede dar lugar a dolor y molestias en el pie, así como a una marcha inestable y conflictos recurrentes con el calzado.

Biomecánica del pie cavo

Debemos entender que el arco longitudinal medial es un elemento fundamental responsable de distribuir la carga del cuerpo y de amortiguar los impactos que sufre durante la marcha. Cuando el arco plantar es excesivamente elevado, como en el pie cavo, la distribución de la carga se concentra en la zona del talón y los metatarsianos, lo que aumenta la presión en estas áreas y puede generar dolor y lesiones de diversa consideración que van desde hiperqueratosis y helomas a edemas óseos entre otras posibilidades.

Además, el pie cavo también se asocia a una mayor rigidez en la articulación subastragalina, lo que provoca una menor capacidad de absorción de impactos y de adaptación al terreno irregular durante la marcha. Esto puede generar una mayor fatiga en los músculos y una mayor probabilidad de lesiones en el pie, como la fasciopatía plantar que puede estar determinada en gran medida por una retracción del tendón calcáneo.

Causas del pie cavo

Hay varios tipos de pie cavo, que se diferencian en función de su origen y gravedad. Estas incluyen alteraciones neuromusculares, como la enfermedad de Charcot-MarieTooth o la espina bífida; malformaciones congénitas, como el síndrome de Down; traumatismos o fracturas previas; o simplemente una predisposición genética.

Los tipos más comunes son:

  • Pie cavo causas neurológicas: es causado por un trastorno neurológico o muscular, como la parálisis cerebral o la distrofia muscular. Este tipo de pie cavo puede ser rígido o flexible, dependiendo de la gravedad del trastorno subyacente.
  • Pie cavo idiopático: también conocido como pie cavo esencial, no tiene una causa clara y se cree que es de origen genético.
  • Pie cavo traumático: puede ser causado por lesiones traumáticas, como fracturas en los huesos del pie o lesiones en los tendones.
  • Pie cavo asociado a enfermedades sistémicas: se asocia con ciertas enfermedades como la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth, la neurofibromatosis y la artritis reumatoide.
Pie cavo causas neurológicas

Tratamiento conservador del pie cavo

El tratamiento conservador del pie cavo se centra en aliviar el dolor y mejorar su función. El objetivo es mejorar la biomecánica del pie para reducir la carga sobre las estructuras afectadas y prevenir la aparición de complicaciones. También es importante el uso de un calzado adecuado, con una buena sujeción del talón y una suela estable y acolchada que amortigüe los impactos.

Los tratamientos conservadores más comunes son los siguientes:

  • Ejercicios de estiramiento y fortalecimiento: los ejercicios de estiramiento pueden ayudar a mejorar la flexibilidad del pie y reducir la tensión en los músculos y tendones. Los ejercicios de fortalecimiento pueden ayudar a mejorar la estabilidad del pie y reducir el riesgo de lesiones.
  • Plantillas para pie cavo a medida: las plantillas personalizadas pueden ayudar a mejorar la distribución del peso en el pie y reducir la carga en las áreas afectadas. También pueden proporcionar un soporte adicional para el arco plantar y mejorar la estabilidad del pie. Un tratamiento ortopédico indicado en pies cavos, es la adaptación de plantillas a medida con barra retrocapital. Incrementa la superficie de contacto repartiendo las cargas presentes en el antepié. Este hecho, se expresa con la fórmula matemática Presión=Fuerza/Superficie. *
*25 lecciones sobre patología del pie A. Viladot. Lección XXV: Ortesis, prótesis y calzado. Javier Ruiz Escobar, Ramón Viladot Pericé, Felip Salinas Castro, Jordi Viladot Voegeli. Punto Rojo Libros. 2020

En conclusión, el pie cavo es una alteración relativamente frecuente que puede generar dolor y limitaciones en la actividad diaria. Con un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado, es posible reducir los síntomas y mejorar la funcionalidad del pie. Es importante plantear que el tratamiento sea personalizado y adaptado a las necesidades individuales de cada paciente.