Hace unos años compré mi primera diatermia, la verdad que fue en un momento de esos en los que la tecnología en el mundo sanitario empezó a cambiar mucho. Muchos compañeros me hablaban de lo bien que iba, de que resolvían muchos problemas con ella y que además había pacientes que directamente nos llamaban para este tratamiento. Así que decidí consultarlo y finalmente, adquirí mi primera T-care.
Una vez la tuve, vinieron las dudas, ¿cuándo la uso? ¿a qué pacientes le iría bien? ¿a todos? Y entonces, ¿cuánto cobro por esto?, y si tengo otros recursos, ¿para qué he invertido en esto?
El Potencial de la Diatermia en el Tratamiento Podológico
Te dejo este pequeño artículo para que veas cómo desde mi experiencia, todas estas ideas infundadas de forma lógica tienen sentido, pero voy a ayudarte a hacer un pequeño mapa mental de qué estrategia seguir y cuándo usarla, sacarle rentabilidad y además potenciar tus tratamientos. ¿O pensabas que sólo era para esos pacientes que no querían pincharse, que no querían plantillas… vamos, los que quieren que les arregles su patología rezando 3 padres nuestros e imponiendo tus manos? Pues NO.
¿Qué es la Diatermia?
Como muchos sabréis, en resumen, la diatermia es una técnica no invasiva que consiste en la transferencia de corriente de alta frecuencia al interferir en el cuerpo; mediante la fricción de los tejidos, genera un calentamiento interno que actúa sobre el metabolismo, acelerando la regeneración de un estructural, dependiendo de la impedancia (resistencia que tiene la estructura) que presente, penetrando mejor en unos u otros según el cabezal y los parámetros que utilicemos.
Caso 1: Tratamiento de un Dolor Agudo en la Fascia Plantar
Acude paciente a consulta con un dolor agudo en la fascia plantar, cuando digo agudo, me refiero a con mucho dolor. Le diagnosticamos de fascitis, en las pruebas de imagen vemos que no presenta una degeneración importante, lleva 2 semanas con dolor. ¿le pondrías unos soportes plantares? Tal vez un poco precipitado si nunca lo ha sufrido, ¿no crees? ¿Le infiltrarías un corticoides ecoguiado? Bueno, no es mala opción, pero desde mi punto de vista, déjate ese comodín para el siguiente escalón terapéutico, porque sabes que no debe ser un recurso prematuro. Y ¡tachan! Ese “calorcito”, ese tiempo de “pequeño masaje” que le haces con el cabezal… el paciente se va con una sonrisa de oreja a oreja y te dice que le ha sentado super bien. ¡FUNCIONA! Aunque sí que es verdad, que es algo que debes aplicar mínimo unas 3 veces, yo a veces les suelo ofrecer un pack de tratamiento, ya eso es cuestión de cada uno, pero el objetivo es evitar recidivas. Además, le has evitado ese mal trago de la infiltración, que el paciente, aunque luego te lo pueda agradecer, no sale con la misma cara de tu clínica.
Caso 2: Dolor Plantar de 3 Meses de Evolución
Otro caso, paciente con dolor plantar, 3 meses de evolución, en pruebas de imagen no aparecen cambios importantes, no es un dolor tan agudo como el anterior, pero sí tiene dolor matutino todos los días, le limita en cierta manera sus actividades de la vida diaria, en fin, qué te voy a contar. ¿Plantillas?, pues sí, vemos un patrón biomecánico que cumple los requisitos para que se haya producido la lesión. Y, ¿ahora qué? El paciente va a tener que esperar 1-2 semanas a que le des sus plantillas, decirle que tiene que esperar a que hagan efecto (recuerda esos pacientes que si a la semana no le van bien ya te llaman con voz alterada).
Y si aquí, en esa transición de tiempo, ¿le ofreces hacer un tratamiento coadyuvante a sus soportes plantares con sesiones de diatermia? Créeme, te lo va a agradecer, le vas a ayudar con su dolor, y el efecto de las plantillas lo vas a potenciar. Recuerda decirle, como lo hago yo, que con las plantillas trataremos las causas de su problema, la diatermia es un efecto analgésico temporal, pero ya tendremos ese sistema de contención que son sus soportes, para evitar futuras recidivas.
Caso 3: Dolor Plantar Crónico y Tratamientos Previos Fallidos
Vale, te lo voy a poner más difícil. Paciente que acude a consulta con dolor plantar de 1 año de evolución, ha sido tratado con corticoides, soportes plantares y con otros tratamientos sin resultado. En la imagen ves unos cambios estructurales importantes y piensas… esto es un plasma enriquecido en factores de crecimiento o una cirugía. Puede que esté de acuerdo contigo. Y no te ha pasado que a veces al hacer alguno de estos tratamientos, el paciente ha tenido una irritación post más de lo normal, e incluso a desesperarte porque lleva así dos semanas y todos los días te escribe, ¿hasta el punto que ya empiezas a dudar hasta tú de si lo has hecho todo bien? Tranquilo, te traigo la solución ¿sabes cuál es? ¡Bingo! La DIATERMIA, qué inteligente eres. Es perfecta para estos casos. Además, vas a ayudar a estos pacientes a que lleven mejor el post tratamiento, porque les vas a echar una mano de nuevo con su sintomatología, ese ratito que pasas aplicándola, tú o alguno de tus compañeros, creando ese vínculo de confianza, haciéndoles sentir que no están desamparados y te aseguro que te habrás ganado a esos pacientes más que para toda la vida.
Conclusión: La Diatermia como Herramienta Esencial en Podología
Como estos te podría poner muchos ejemplos, pero creo que he intentado con este mapa mental, englobarte al 90% de los casos que puedas tener. Así que, sin duda, debes tener esta herramienta en tu consulta, además de ser una muy buena primera línea de tratamiento para algunos pacientes, te va a sacar las castañas en situaciones un poco más complejas.
ESPECIALISTA EN:
Intervencionismo y cirugía ultra mínimamente invasiva.
Director de la clínica MYFISIO Paiporta.
Docente en formaciones nacionales e internacionales para podólogos, fisioterapeutas y logopedas.
FORMACIÓN:
Podólogo. Col 3212 ICOPCV
Fisioterapeuta. Col 4026 ICOFCV
Osteópata CO