Impresión 3D y podología, una asociación necesaria

La impresión 3D ha revolucionado múltiples sectores, y la podología no es la excepción. ¿Imaginas poder crear plantillas personalizadas con una precisión milimétrica en cuestión de horas, mejorando la calidad de vida de las personas con problemas biomecánicos del pie? Esta tecnología no solo permite una personalización extrema y un ahorro considerable de tiempo, sino que también ofrece soluciones innovadoras en el tratamiento de patologías comunes como el pie plano o el pie cavo. Descubre con Javier Ruíz Escobar, experto en biomecánica, podología deportiva y ortopodología, cómo la impresión 3D está transformando la forma en que los podólogos diseñan y aplican tratamientos ortopédicos.

Un poco de historia sobre la impresión en 3D

El primer concepto similar a lo que conocemos como impresora 3D surgió de la ciencia ficción. En 1966 se estrena la serie de televisión “Star Trek”, donde se presenta el replicador.Una máquina cuya misión era duplicar cualquier objeto, es decir, era capaz de realizar una copia exacta de cualquier cosa.

La impresión 3D es una tecnología que existe desde el año 1980, gracias al japonés Hideo Koyama, el cual solicitó una patente con la siguiente descripción “Una cubeta de material fotopolímero se expone a una luz ultra-violeta que endurece la pieza y construye un modelo en capas”.

En años posteriores su desarrollo se reduciría al ámbito industrial y académico.

No fue hasta mediados de 2010, cuando algunos modelos desarrollados durante la década de los 2000 empezaron a distribuirse en mercados generalistas.

Con la democratización de ésta tecnología y apertura al público en general, el desarrollo llevado a término en los últimos años ha sido constante. Del mismo modo, los campos donde es factible su aplicación no ha hecho más que crecer.

Impresión 3D aplicada en la salud podológica

Los servicios de podología, como especialidad vinculada a la salud, no ha sido ajena a esta tendencia. Actualmente es posible diseñar tratamientos ortopédicos con un elevado margen de precisión, así como la posibilidad de reproducción exacta de los diseños propuestos por el profesional.

Su aplicación en el campo de la biomecánica y, por tanto, en el diseño y aplicación de tratamientos conservadores vinculados a trastornos estáticos y dinámicos del pie, está en progresión constante.

Las alteraciones estructurales del pie pueden condicionar la correcta función de la extremidad inferior, especialmente aquellos segmentos más próximos como las articulaciones del tobillo y la rodilla.

Es muy común para el podólogo valorar en consulta alteraciones como el pie plano de origen congénito o adquirido, pies cavos y otras alteraciones vinculadas a enfermedades sistémicas metabólicas, neurológicas o reumatológicas.

Todas estas patologías suelen tener un elemento común constante, los desequilibrios en la distribución de las cargas que recibe el pie. Determinar el origen de estos desequilibrios suele ser la clave en el diseño de un tratamiento conservador.

Uno de los elementos que juegan un papel destacado en el plan de tratamiento y la acción de una plantilla a medida, es la valoración previa de la reductibilidad o irreductibilidad de una determinada alteración estructural así como de la clínica que refiere el paciente y las consecuencias dinámicas, en muchos casos antiálgicas, que se derivan.

¿Cuáles son los beneficios potenciales que se pueden obtener un tratamiento conservador mediante impresión 3D?

De las muchas que se pueden mencionar, probablemente la principal es la posibilidad de personalización extrema que se puede realizar en un corto espacio de tiempo durante el diseño.

El trabajo de diseño y construcción de una plantilla a medida siempre parte de un punto esencial: el molde del pie del paciente.

El uso de escáneres 3D permite la captación precisa de un modelo digital del pie, el cual podemos visualizar desde cualquier ángulo y manipular sin riesgo de alterar de manera irreversible la información original obtenida.

En caso de ser necesaria una modificación importante de la plantilla, es posible por una fracción del coste y un ahorro considerable de tiempo, modificar el diseño y repetir la impresión. Una clara ventaja respecto de, en ocasiones, tediosos trabajos de taller tradicionales.

¿Con qué materiales puedo contar en la elaboración de las plantillas a medida?

Otro elemento esencial en este campo son los materiales. Los filamentos están fabricados y testeados para un uso continuado en el tiempo. La posibilidad de escoger, actualmente, entre 3 opciones abre un abanico muy amplio para adaptarse a las exigencias mecánicas que el paciente necesita y el podólogo espera obtener.

• Filamento TPU: Probablemente el más versátil de las tres opciones. Podríamos decir que se sitúa entre el filamento denominado soft y el carbono.

Este filamento permite crear soportes plantares flexibles con zonas de mayor o menor densidad (en el sentido clásico del término). Las zonas blandas, similares a la consistencia de un porón, poseen una elevada resistencia al estrés continuado en el tiempo.

• Filamento carbono: Este filamento en cuya formulación se ha incluido carbono en polvo, es capaz de imprimir soportes plantares con una elevada resistencia. Ideal para contenciones severas capaces de resistir deformidades reductibles o ferulizar áreas estructuradas del pie, especialmente a nivel del tarso posterior.

• Filamento soft: Este material incluye en su formulación EVA en polvo. Esta combinación permite crear soportes plantares con un grado de flexibilidad y amortiguación superior al TPU. Ideal para crear plantillas acomodativas o de descarga en pies de riesgo.

Una vez impresa la plantilla, es posible (incluso recomendable), combinarlas con materiales clásicos utilizados en ortopodología como EVAs a modo de forro, piel y otros elementos que podemos combinar sin problema. Lo que incrementa más las posibilidades de personalización y presentación final del soporte plantar.

¿Está todo dicho en la impresión 3D?

Para nada, la tecnología continuará desarrollándose para mejorar los nuevos desafíos que tenemos por delante y ampliar sus aplicaciones. La integración de la impresión 3D sigue en constante mejora.

Como con cualquier otra tecnología, la adaptación, funcionalidad y confort irán mejorando con el tiempo.

La posibilidad de adaptar nuestros tratamientos a las condiciones cambiantes que nos encontramos en consulta, la reducción progresiva de errores y el ajuste de un modo más dinámico de los tratamientos, ofrece un horizonte de posibilidades en el manejo de las enfermedades de carácter biomecánico.